Malaquias Montoya

Meet the Artists of ¡Printing the Revolution! The Rise and Impact of Chicano Graphics, 1965 to Now

Media - 2015.29.1 - SAAM-2015.29.1_1 - 124822

Malaquias Montoya, George Jackson Lives1976, offset lithograph on paper, Smithsonian American Art Museum, Museum purchase through the Frank K. Ribelin Endowment, 2015.29.1, © 1976, Malaquias Montoya

About this Artwork

As a prisoner in San Quentin State Prison in the 1960s, George Jackson used his writings to expose the racist and inhumane treatment of inmates and advanced revolutionary ideas grounded in anticolonial, Marxist, and Maoist thought. He became a martyr after he was killed in an alleged escape attempt. Six men, who came to be known as the San Quentin Six, were tried for the death and assault of several guards and inmates during the unrest. Montoya’s print boldly takes the form of a movie poster. In the central section, he portrays a degrading scene of the chained prisoners during the trial of the San Quentin Six. In the top register, Montoya spells “George Jackson Lives” over the body of an open-mouthed, supine Black figure. Montoya’s assertion is prophetic: Jackson remains a powerful symbol and role model for incarcerated people today.

Acerca de esta obra

Mientras estaba preso en la Cárcel Estatal de San Quintín en la década de los años sesenta, George Jackson usó sus escritos para exponer el tratamiento racista e inhumano de los prisioneros e impulsar ideas revolucionarias fundamentadas en el pensamiento anticolonialista, marxista y maoísta. Jackson se convirtió en mártir tras haber sido asesinado durante un supuesto intento fallido de escaparse. Seis hombres, que llegaron a ser conocidos como los Seis de San Quintín, fueron sometidos a juicio debido a la muerte y la agresión de varios guardias y prisioneros durante el motín. Audazmente, Montoya le da al grabado la forma de un cartel de cine. En la sección central, describe una degradante escena de varios prisioneros encadenados durante el juicio de los Seis de San Quintín. En el registro superior, Montoya escribe “George Jackson Lives” sobre el cuerpo de una figura negra con la boca abierta que yace de espaldas. La afirmación de Montoya es profética: Jackson sigue siendo un símbolo poderoso y un modelo a seguir por las personas que están encarceladas actualmente.